jueves, 13 de abril de 2023


Acaricio el diapasón

y apenas mi voz levanto

ya en el vergel de mi canto

florece la tradición.

Mi canto no es un malón 

que viene a buscar pelea,

es la valiosa precea

que vislumbra entre el gauchaje

y enredao entre el cordaje

como un potro bellaquea.


Nació pal tiempo'e la trilla

cuando el sol que es un tesoro

cae como una lluvia de oro

marchitando la gramilla;

fue bautizao en la orilla

del río Quequén salao

y anduvo tras del arao

entre cuervos y gaviotas, 

desparramando las notas

que el viento le había enseñao.


Se abraza con la laguna,

con el junco y la totora

y el arrebol de la aurora

lo acoyara con la luna, 

el alfalfar fue su cuna, 

su almohada el pasto llorón

y tiene una condición

que no la tiene cualquiera

pues lleva la patria entera

metida en el corazón.


Dicen que es triste mi canto

pero esa no es la verdad

lo que tiene es seriedad

yo no le conozco el llanto; 

tal vez no le sobre encanto

pero es fiel a su manera

y si algún ritmo de afuera

pretende echarlo a un costao

morirá como un soldao

por defender la bandera.


 

El tostao y la pulpera

(Dibujo: Tito Saubidet)

 







Llegó en un pingo tostao,

pampa, muy bien definido,

y dicen que había venido

de los pagos del Calfiao.

Prolijamente ataviao

al estilo bien surero:

de botas, poncho, sombrero,

de carpincho el tirador

y aunque era pión domador

lucía como un estanciero.


 Y al ver la ocasión propicia

se apió en el “Rincón de Lera”

a donde hay una pulpera

más linda que una caricia,

que ha sido y es la codicia

de los criollos lugareños

y por más que han puesto empeño

en robarle una atención,

dicen que su corazón

no ha reconocido dueño.


 Después que manió el tostao

debajo de un sauce chico,

lo acarició en el hocico

y lo alivió del bocao,

y una vez que hubo dentrao

saludó con cortesía

y aunque mucha sed traía

al ver una flor tan bella,

ni reparó en las botellas

que había en las estanterías.


 Era además el paisano

guitarrero y buen cantor

y había sobre el mostrador

siempre una guitarra a mano.

La pulsó y derecho al grano

le cantó en forma precisa,

y al notarla escurridiza

le buscaba en notas suaves

para encontrarle la llave

del cofre de su sonrisa.


 Y como haciendo la armada

pa’ pialarle esos ojazos

siguió juntando retazos

de canciones olvidadas.

Y cuando en la madrugada

le relinchaba al lucero

aquel criollo forastero

que tan lindo había cantao,

se despidió y al tostao

le entro a acomodar los cueros.


Y antes que la cerrazón

viniera a opacar la luna

salió bordeando unas dunas

que escoltan a un cañadón.

Y quedó triste el patrón

de la “Pulpería de Lera”

al ver que allá campo afuera

se va achicando su estampa

que ancas de un tostao pampa

lleva una hermosa pulpera.



miércoles, 8 de junio de 2022

Dos estilos criollos



Música de Julio Sagreras
Guitarra: Carlos Perez

La luz mala

(Pintura: "Tropa de carretas" de León Palliére)




Largo tropa de carretas
atraviesa la llanura
bajo la eterna hermosura
de los radiantes planetas.
Al tardo paso sujetas
de los bueyes, enfiladas,
salvan lomas y quebradas,
y en el trébol florecido,
haciendo áspero ruido,
hunden las ruedas pesadas.

Vense allí en el claroscuro
de mil vagos resplandores,
oscilar sus conductores
sobre el pértigo inseguro.
De llegar no tiene apuro
a su rancho el picador,
pero, músico y cantor,
entretiene su camino
con algún triste argentino
que llora ausencias de amor.

La Cruz del Sud, suspendida
sobre los campos desiertos,
tiende los brazos abiertos
hacia la tierra dormida.
Y en la sombra sumergida
aquella inmensa región,
llena de mística unción,
por el trébol perfumada,
está a sus plantas postrada
como en perpetua oración.

Súbito brilla a lo lejos
una luz... la luz maldita,
cuya historia nunca escrita
saben jóvenes y viejos.
Vedla: lanza mil reflejos;
se detiene y humo exhala;
incendia el campo; resbala
retorciéndose maligna;
y cada uno se persigna,
murmurando: -«La luz mala!»

-«Es el alma de un hermano,
que, desterrada del cielo,
solitaria y sin consuelo
vaga errante por el llano;
un espíritu cristiano
de crueles ansias lleno,
que, de la noche en el seno,
nos ha pedido otras veces
una cruz y algunas preces
que lo tornen justo y bueno».  

Así dicen, y entre tanto,
esquivando sus destellos,
rezan juntos todos ellos,
olvidados ya del canto;
y ven, trémulos de espanto,
cómo la luz resplandece,
y chispea, y desaparece,
y con nueva brillantez
ilumina, y cada vez
más y más grande parece.

Ora se hunde en el bajío,
ora corre por la loma,
pero siempre avanza, y toma
por momentos nuevo brío.
Del horizonte sombrío
se aproxima a cada instante,
y hacia atrás y hacia adelante
huyen las sombras inquietas,
y se acerca a las carretas
como un ojo centelleante.

Y, mientras lleno de horror,
tras esfuerzos sobrehumanos,
se cubre con ambas manos
todo el rostro el picador,
el penacho de vapor
suelto al aire, rauda, altiva,
rumorosa y convulsiva
cual un potro desbocado,
pasa hirviendo por su lado
la veloz locomotiva.  

¡Mal hacéis vuestro camino
paso a paso y lentamente,
al alcance del torrente,
antiguo pueblo argentino!
¡Cantad himnos al destino,
y cuando en noche serena
brille una luz, no os dé pena,
no temáis, criollos, por eso,
que en las vías del progreso
la luz mala es la luz buena!

martes, 15 de septiembre de 2020

Salmo en la enfermedad (Salmo criollo: 101/102)


Cuelgo este salmo para rezar gauchamente por todos los enfermos del coronavirus, especialmente por el paisano y aparcero Guillermo "Willy" Ponti por quien pedimos una pronta recuperación.



1. 
Te pido que me escuchés
que atendás a mi clamor;
no escondás tu resplandor
en el día del nublado.
No te hagás el olvidado:
¡escuchá mi invocación!

2.
Mis días son como el humo,
soy ceniza del fogón;
por dentro, a mi corazón
lo ha secao el padecer,
me olvido hasta de comer
encerrao en mi prisión.

3.
Yo soy como el avestruz
que vive en la soledá, 
igualito que el chajá
cuando pierde su pareja,
se la pasa a pura queja,
sin encontrar amistá.

4.
Mi pan ya no tiene gusto, 
con lágrimas lo he mojao
porque Vos te has enojao
me azotaste contra el suelo.
Las sombras cubren mi cielo,
como pasto me he secao.

5.
Vos siempre reinás, Señor,
y tu recuerdo perdura;
Vos mirás la desventura
que está sufriendo tu gente
y has de hacer que finalmente
se suelten sus ataduras.

6.
El recuerdo del pasado
nos revuelve la memoria;
los pueblos cuentan la historia
de nuestra liberación.
¡Escuchá nuestra oración
que se vuelva a ver tu gloria!

7.
Perdurará en el recuerdo
del pueblo que nacerá:
"El Señor tuvo piedá,
nuestro Dios nos ha mirado,
los cautivos ha librado,
nos ha dao la libertá".

8.
Tendremos de nuevo patria,
herencia que nos prolongue,
para cantar tu renombre
que es tema de nuestros versos
al reunirse el universo
para dar culto a tu Nombre.

9.
Ya voy perdiendo el resuello,
mi melga se ha de acabar, 
dejámela terminar, 
que el tiempo pa Vos no cuenta:
¡dejá madurar la menta
si la querés cosechar!

10.
Mientras tu tiempo es eterno
sin mojones ni fronteras
el cielo y la tierra entera
van cambiando de pellejo:
¡el cojinillo que es viejo
termina de sudadera!

                                         ¡Los hijos de tus amigos
                                          para siempre han de durar!

lunes, 27 de julio de 2020

La Frontera Olvidada (parte 5 de 5)



Para esta película, Neyra contrató parte del equipo técnico de Torre Nilsson y a actores de primera línea, a los que se sumaron algunos extras locales. La filmación comenzó en febrero de 1970 y se estrenó en el Gran Cine Ocean de esa ciudad. Fue la única película de Neyra.

La Frontera Olvidada (parte 4 de 5)



La película fue filmada en 1969 en Bahía Blanca. Juan Carlos Neyra, que la guionó, dirigió y produjo, era un productor rural cuya única actividad vinculada con el cine había sido la de asesor costumbrista de Leopoldo Torre Nilsson en el filme Martín Fierro. Luego de esa experiencia se propuso hacer su propia película, dedicada a los "pioneros del desierto" en la que se propuso recrear "la lucha del soldado fortinero en el medio inhóspito de la pampa".

La Frontera Olvidada (parte 3 de 5)



Película ambientada en las fronteras de la conquista del desierto argentino en la Pampa en 1875. La llegada de un joven oficial que viene con nuevas ideas y la repercusión en los soldados y demás habitantes del lugar.

La Frontera Olvidada (parte 2 de 5)



La frontera olvidada es una película Argentina dirigida por Juan Carlos Neyra sobre su propio guión que se produjo en 1969 y se exhibió en Bahía Blanca en 1970 y estrenada comercialmente el 5 de agosto de 1996.
Tuvo como protagonistas a Lautaro Murúa, Ricardo Passano, Ubaldo Martinez, Lito Cruz y Arturo Puig.

La Frontera Olvidada (parte 1 de 5)



Película Argentina escrita y dirigida por Juan Carlos Neyra, producida junto con su hermano Mauro César Neyra.
Filmada en 1969 en las cercanías de la estación "La Vitícola" en el partido de Bahía Blanca. Se estrenó en el año 1970 en el Gran Cine Ocean de esa ciudad.
Este año se cumplen 50 años de su estreno.