domingo, 10 de octubre de 2010

Reliquia gaucha


Rodiada por un sauzal
de un potrero sin tranquera
hay una vieja tapera
que va tapando el cardal,
y como marca y señal
se ve del pozo, el crucero,
donde tan solo un hornero
al caer la tardecita
como una extraña visita
llega y canta en el alero.

Palo, alambre y varilla
se han cáido entre el pastizal
y donde estaba el corral
es más verde la gramilla;
al palenque, en las orilla',
lo adorna un gran hormiguero.
Deshecho nido campero
¿cuál será tu desventura?
Y en las noches más oscura
vigila el chajá y el tero.

Como un negro nubarrón
anunciando una tormenta
del horno, la boca abierta
igual que la del fogón;
de lo que fuera el galpón
escombros amontonau,
los palos apolillau
el yuyal los fue tapando
y un viejo tala cuidando
las ruinas como un soldau.

Hay una lezna clavada
en un palo del alero
hecha de alambre de acero;
y en un tiento acollarada
hay dos argollas colgada'
oxidadas por igual,
de maneador o bozal,
¿quién sabe quién dejaría?,
y allí están, desde aquél día
¿sabrá Dios...? con que final.

Quién sabe que maldiciones
te convirtieron en ruinas
y hoy son chuzas como espinas
clavadas en tus terrones;
el tiempo y sus ventarrones
te han augeriao la techumbre;
yo tengo la certidumbre
que Dios te dio la fortuna
que por áhi entre la luna
y por las noches te alumbre.

Vieja tapera que estás
como adorno del paisaje,
reliquia de aquel paraje
¡no te derrumbes jamás!
Porque yo sé que guardás
oculta entre tus rincones,
leyendas y tradiciones
y pa'no echarte al olvido
te dejo un verso encendido
pa'puntalar tus horcones.

No hay comentarios: